Abejas asesinas

Yo soy una niña de campo… sí ¡Sorpresa! Toda mi vida he vivido en el campo debido a que a mis papás les fascinan los animales (caballos y perros). Tenemos una casita en un club hípico en las ya-no-tan afueras de la ciudad. En las tardes de primavera y verano me gusta salir al jardín a ver los pájaros, águilas, y perros pasar. Cuando se hace un poco de noche llegan los murciélagos y luciérnagas. Todos me parecen fascinantes. Pero ayer agregue una especie a mi “ojala-y-se-extingan-hijos-del-mal list”. ¿Pero por qué Fer? ¿Qué te hizo tomar esta drástica decisión si normalmente eres toda linda y amable? Ok, talvez no estaban pensando precismente ya que soy un núcleo de odio pero la respuesta era: una maldita abeja.

Desde chiquita las abejas y yo manteníamos una relación MUY respetuosa. Yo las dejaba transitar por mi jardín sin molestarlas, cuando se paraban en mi vaso para tomar un poco de mi refresco no me enojaba. Las dejaba y ya que se iban tomaba. Realmente nunca hubo una agresión directa de mí hacia ellas. Entonces ¿por qué ayer que caminaba tan feliz en mi jardín una decidió picarme en el segundo dedo del pie izquierdo (si contamos del chiquito para adentro)? ¿Qué no tenemos el territorio dividido? Ellas se mueven de flor en flor y nosotros transitamos por el pasto, huevonas del carajo tienen ALAS utilícenlas. ¡Malditas abejas! ¡Maldigo a Seinfeld y su película pro-abejas! ¿Saben lo triste que es levantarse en la mañana y ver mi pie? Es algo así como: cute dedo gordo, un perfectamente proporcional dedo índice (¿así se le llama al del pie?) de esos que son largos pero no pasan al dedo gordo, dedo ofensivo más pequeño que el previo pero hermosamente proporcional y ¡BOOM! Salchicha coctelera seguido por un mini dedito.