Oh dios mío la pereza me invadió, al igual que las entregas finales, durante el mes de noviembre. Es por eso que no me he molestado en escribir nada, como si a alguien le importara. Pues resulta que este mes me fue bastante trágico empezando por el robo de mi ipod. No era un ipod común y corriente, tenía nombre Darjeeling (sí, por la película de Anderson), y era de los de 160 GB en negro. No me gustan los ipods blancos, no me pregunten porque, no tengo idea, simplemente no me agradan. Seguido a eso vino el recorte de sueldo en la agencia de periodismo donde trabajo, un leve corte, tan sólo el 50%.
Ajá, la crisis ya nos llega a todos. Pero aún así hay uno que otro idiota, que por cierto estudia finanzas, que asevera que esto no durara más de dos o tres meses. Ojala y pudiera confiar en sus palabras, pero el hombre tiene como fuente a la revista tv y notas, HOLA, etcétera. Está bien, le dije, en qué te basas para decir esto. No contesto nada, al menos nada inteligente, y esa es la clase de personas que manejaran negocios en un futuro, y seguramente nos llevaran a crisis aún mayores.
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