domingo, 14 de diciembre de 2008

Y Dios Creo al Narcoartista


Kitsch, barroco, y muy mexicano son los adjetivos perfectos para describir la obra de Ismael Vargas. Actualmente el tapatío está exponiendo parte de su colección en el Museo de Arte de Zapopan (finaliza en Enero del 2009) bajo el título “Pasión Intacta”.  En ella se conmemoran cuatro décadas de trayectoria del artista demostrada en casi cincuenta obras, en su mayoría de colecciones privadas.  Desde el momento en que uno pone el pie en la sala siente la opulencia de su obra adornada con  majestuosos marcos que puestos en cualquier otra pieza opacarían al artista. Pero no, esto no sucede en el caso de Vargas, el no puede ser intimidado, y su creación menos. 

Aunque innegablemente el trabajo de Vargas es de una técnica admirable no es un estilo que agrade a todos, por lo menos lo apreciado en esta exposición.  Los colores chocantes y perseverancia de los metálicos en su trabajo podrían decorar fácilmente una casa de narco mexicano, o vamos, un “new rich".  Pero el gusto se rompe en géneros, y grandes intelectuales enaltecen el nombre de este tapatío.

“Hay algo en Ismael Vargas tan apabullantemente cierto, tan terriblemente de a de veras, que frente a él uno se queda de una sola pieza, paralizado en su sitio, fijos los ojos, como en el juego infantil de los encantados. Lo malo de Ismael es que él no desencanta y nosotros corremos el riesgo de quedarnos así para siempre, catatónicos y tiesos por los siglos de los siglos amén.”

Elena Poniatowska

1 comentario:

Vacas o Cometas dijo...

que tristeza, que tristeza que cites a esa señora y que encima le llames intelectual. I thought you knew better Fer!