martes, 9 de junio de 2009

Una palabra es una palabra


Sigmund Freud, el padre del sicoanálisis, encontraba en todas las acciones del hombre un motivo oculto en el subconsciente. La mujer envidiaba el falo y por lo tanto odiaba a su madre que era la culpable de no otorgarle dicho objeto de deseo, el hijo varón deseba a la madre y por ello la rivalidad con la figura paterna. Según Freud todo lo que sucedía en nuestra infancia quedaba en el subconsciente, y ahí nacían todos nuestros problemas. Los estudios del austriaco llegaron a clasificar la ansiedad en tres niveles; neurótico, moral y real. En el real el ser tiene miedo a eventos reales, por ejemplo: uno puede tener miedo a ser mordido por un perro, este tipo de ansiedad se reduce al evitar la amenaza identificada. ¿Pero qué sucede cuando la amenaza nos persigue? Cuando nos visita diariamente ya sea por medio de nuestros amigos, correo electrónico, medios informativo ¿Habrá que evitarla o darle la cara?

El mes pasado uno no podía evitar la crisis de la “pandemia”, los anaqueles de los supermercados estaban vacíos debido al pánico ocasionado por el nuevo y fulminante virus ¿fulminante? ¿En serio le daremos el adjetivo de fulminante a un virus que mató a tan sólo 139 personas según la OMS? Cuasi fulminante fue la gripa asiática de 1957 que exterminó a 2,000,000 personas; aún más letal fue la Gripe Española de 1918 que cobró más vidas que la primera guerra mundial ¿Tan poco respeto le tenemos al idioma? ¿Tan libremente utilizamos las palabras?  

“Es una pandemia”, “Se acabaran los alimentos”, “Nos pondrán en cuarentena”, “Será el fin del mundo”… está bien, esa última fue cosecha de mi imaginación. Pero durante el mes de mayo existieron momentos en los que me sentía parte de una película de Romero, padre del cine-zombie. Tanto drama por una palabra: pandemia, después de todo ¿Qué es una pandemia? ¿Cuál es su orígen?

Pandemia viene de la voz griega pandêmon nosêma, esto se traduce a enfermedad Entonces, ¿por qué el drama? Eso se lo debemos al dios de los pastores y rebaños, Pan. Este ser que tenía torso de hombre, piernas y cuernos de cabra, habitaba en las montañas de Arkadia, una región de Grecia. Su extraña composición física lo ayudaba a perseguir a sus amantes, las ninfas. Pan no era visible para los seres humanos, su sola presencia causaba miedo en aquellos que se encontraran cercanos a él, de ahí el origen de la palabra pánico.

Pánico es lo que ocasiona la palabra pandemia en aquellos que no entienden que esa palabra se utiliza tan sólo para denominar a una enfermedad presente en diversas regiones o países. Ya visto en retrospectiva la crisis de la influenza parece un tanto absurda, prescindible. Hasta Freud me apoyaría en esta con su celebre frase “A veces un cigarro es un cigarro”

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