Estudios han demostrado que el enamorarse no es más que una reacción química. No quiere decir que luego la relación sea falsa o se le quite lo romántico pero las maripositas que se sienten al principio y esa emoción abrumadora es imposible de mantener por largos periodos. De hecho se habla de que esta sensación dura entre dos o cuatro meses en promedio. Todo sucede con esa mentada chispa que en realidad es un neurotransmisor llamado dopamina. Esta chingaderita hace que tu corazón lata tres veces más rápido que lo normal. Esta anomalía hace que le falte sangre a las piernas y brazos ya que ésta se redirecciona a las mejillas y órganos sexuales. También es gracias a esto que tu estomago se siente vacío y con bichos volando en su interior.
Lo peor de todo es que este químico que parece tan indefenso, e incluso adorable causa adicción en personas, sobre todo aquellas de carácter aditivo (fumadores, drogadictos, bebedores). La relación, el verdadero cariño, nace única y exclusivamente al finalizar esta etapa donde las dos personas se conocen, y crean una amistad con una fuerte atracción. Entonces ¿cómo diferenciar de un adicto a una persona normal? ¿No deberían usar pins especiales para advertir a su próximo ligue? Ojala y así fuera, no habrían y hubiesemos ahorrado tantos break ups y drink & dials.
No hay comentarios:
Publicar un comentario