- Hemos pasado los dos últimos eclipses lunares juntos.- dijo ella sin previo aviso. Estaban viendo una de esas tontas películas de Woody Allen que tanto le obsesionaban y rentaba de manera compulsiva. Parecía como si su propósito fuera verlas todas en menos de un año.
- ¿Y? – preguntó él de manera indiferente mientras paraba la película. Lo hacía porque sabía que era incapaz de prestarle atención a ella y a Allen al mismo tiempo. Los dos lo saturaban con tantas ideas transmitidas en tan poco tiempo. Era quizás esa aleatoriedad de temas que le atraía tanto a ella de sus películas, amaba todo aquello que le recordase a si misma.
-No, nada. Sólo te informaba.- Le encantaba compartir esos datos que llamaba “estúpidos” en los momentos menos apropiados. El puso play de nuevo y se acomodo en el amplio sillón para ver la película. Ella agarro vuelo de nuevo.
-Es sólo que de haberte hecho caso cuando me dijiste que ya no querías hablar conmigo…-
-¿Cuál de todas las veces?- la interrumpió.
-Cualquiera de ellas, no importa. El caso es que de haber respetado tus deseos esto no habría pasado.-
-Es que siempre haces lo que quieres, no me respetas.-
-Claro que si- le contesto – sólo que no cuando me afecta directamente y cuando no sabes lo que haces. Después de media década de esta dinámica ya deberías estar acostumbrado.-
- Resignado querrás decir.-
- You say tomato, I say tomAto- dijo ella imitando a Ella, referencias de este tipo nunca faltaban. El agarro el control y regreso la película hasta la última escena a la que puso atención.
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