miércoles, 20 de octubre de 2010

Emilio, te quiero fuera y lejos


¿Cómo no estar molestos cuando nuestro gobernador dice que le produce “asquito” la homosexualidad? ¿Cómo no indignarse cuando el Gobierno de Jalisco promueve iniciativas que tan sólo fomentan el odio e intolerancia? ¡Ya basta! La homosexualidad no es una enfermedad ni un gusto adquirido, no debemos luchar en su contra ni “tolerarlo”, uno no “tolera” lo natural: lo acepta. La verdadera enfermedad es la homofobia, uno no nace odiando, le enseñan y eso es precisamente lo que el gobierno de Emilio González Márquez intenta hacer con nosotros, enseñarnos a odiar a nuestros seres queridos.

Ante esto repito: ya basta. Basta de darnos atole con el dedo, de velar por los intereses de unos cuantos, de gobernar para uno mismo se joda quien se joda. Suficiente, te digo, suficiente de puentes que dividen y segregan, suficiente de telenovelas de pacotilla que promueven roles arcaicos, suficiente de mentadas de madre y vendettas personales. Ya no más Emilio, no más abusos y atropellos, no más estadios de béisbol en medio de la nada porque se te hinchan los huevos con tequila costoso, no más declaraciones paranoicas ni solapos a la iglesia.

Los ciudadanos, si es que nos recuerdas, estamos enfermos. Caminamos encorvados, con las manos deformes y verdes de coraje; la ropa nos queda holgada, producto del asco y vómito que provoca verte, escucharte, leerte. Emilio, hemos llegado a un punto en el que eres tú o somos nosotros y optamos por lo segundo. Emilio, te queremos lejos.

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